PORQUE SI NO CREEN QUE YO SOY MORIRÁN EN SUS PECADOS.

 

PORQUE SI NO CREEN QUE YO SOY MORIRÁN EN SUS PECADOS. 



Entonces envió Dios contra el pueblo serpientes venenosas, que los mordían, y murieron muchos israelitas. El pueblo acudió a Moisés y le dijo: “Hemos pecado al murmurar contra el Señor y contra ti. Ruega al Señor que aparte de nosotros las serpientes”. Moisés rogó al Señor por el pueblo y el Señor le respondió: “Haz una serpiente como ésas y levántala en un palo. El que haya sido mordido por las serpientes y mire la que tú hagas, vivirá”. Moisés hizo una serpiente de bronce y la levantó en un palo; y si alguno era mordido y miraba la serpiente de bronce, quedaba curado. (Números 21, 4-9)-

Jesús vuelve al Padre y A donde yo voy, ustedes no pueden venir.

En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: “Yo me voy y ustedes me buscarán, pero morirán en su pecado. A donde yo voy, ustedes no pueden venir”. Dijeron entonces los judíos: “¿Estará pensando en suicidarse y por eso nos dice: ‘A donde yo voy, ustedes no pueden venir’?” Pero Jesús añadió: “Ustedes son de aquí abajo y yo soy de allá arriba; ustedes son de este mundo, yo no soy de este mundo. Se lo acabo de decir: morirán en sus pecados, porque si no creen que Yo Soy, morirán en sus pecados”.


Los judíos le preguntaron: “Entonces ¿quién eres tú?” Jesús les respondió: “Precisamente eso que les estoy diciendo. Mucho es lo que tengo que decir de ustedes y mucho que condenar. El que me ha enviado es veraz y lo que yo le he oído decir a él es lo que digo al mundo”. Ellos no comprendieron que hablaba del Padre. Jesús prosiguió: “Cuando hayan levantado al Hijo del hombre, entonces conocerán que Yo Soy y que no hago nada por mi cuenta; lo que el Padre me enseñó, eso digo. El que me envió está conmigo y no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que a él le agrada”. Después de decir estas palabras, muchos creyeron en él.
Juan 8, 21-30

¿Qué tenemos que hacer para ser de allá arriba?

Para pertenecer a Dios hay que nacer de Nuevo, de lo Alto, nacer del agua y del Espíritu. Hay que morir al pecado para nacer de Dios. Hay que creer en Jesús, el Salvador de los hombres. Creer en Jesús es abrirse a la Voluntad de Dios, es Effeta. (Mc 7, 34) Es un ábrete a la persona de Jesús, a su Palabra, a su Espíritu, a su Amor y a su Perdón.


 Ustedes morirán en sus pecados, porque si no creen que Yo Soy, morirán en sus pecados”. Juan en su Evangelio nos presenta a la Zarza ardiente en la que Dios se le reveló a Moisés... ¿Cuál es tu Nombre? Dios le respondió “Yo Soy el que Soy” (Ex 3, 14)- “Yo soy el que es.”  Jesús es la zarza ardiente porque se apropia del Nombre de Dios en varias ocasiones. El Evangelio nos dice:

Yo soy el pan vivo que ha descendido del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.”(Jn 6, 51)-

«Yo soy la luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida.» (Jn 8, 12)-

Les dijo, pues, Jesús: «Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre, entonces sabréis que Yo Soy, y que no hago nada por mi propia cuenta; sino que, lo que el Padre me ha enseñado, eso es lo que hablo. (Jn 8, 28)-

Entonces Jesús les dijo de nuevo: «En verdad, en verdad os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. (Jn 10. 7)- Puerta santa y estrecha que lleva a la Vida eterna. (Mt 7, 13- 14)-

Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa” (Jn 10, 11- 12)-

Jesús le respondió: «Yo soy la resurrección. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?» Le dice ella: «Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo.» (Jn 11, 25- 27)-

Le dice Jesús: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre; desde ahora lo conocéis y lo habéis visto.» (Jn 14, 6- 7)-

El que me envió está conmigo y no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que a él le agrada.

Jesús pertenece al Padre, lo ama, lo obedece y le sirve por eso el Padre está siempre con Jesús, nunca lo deja solo. Por eso pudo decirnos: “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo conseguiréis. La gloria de mi Padre está en que deis mucho fruto, y seáis mis discípulos. Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.” (Jn 15, 7- 10)-

La serpiente de bronce que levantó Moisés para sanar a los mordidos por las serpientes es figura de Cristo.

“Cuando hayan levantado al Hijo del hombre, entonces conocerán que Yo Soy y que no hago nada por mi cuenta. Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Créanme en esto, o si no, créanlo por las obras mismas. (Jn 14. 11)-

Creer en Jesús torturado y crucificado, levantado en su cruz es pasar por la Puerta estrecha para ser perdonados, reconciliados, sanados y salvados de nuestros pecados- Ver es creer e ir a Jesús para entregarle nuestra carga y recibir su Misericordia y el don del Espíritu Santo para entrar en su Descanso (Mt 11, 28. 29)- Es abrirse a la Voluntad de Dios para revestirnos de Justicia, Santidad. Humildad y Caridad. Es decir, para llenarnos y revestirnos de Cristo (Ef 4, 24, Col 3, 12; Rm 13, 14)-


A Dios le agrada todo lo que sale de un corazón limpio y de una fe sincera, es decir, todo lo que se hace por Amor a Dios y a los demás. Para permanecer en el Amor de Dios hay que “Estar crucificados con Cristo” (Gál 5, 24)- Para seguir el camino del “Grano de trigo” que nos dice:

En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto. El que ama su vida, la pierde; y el que odia su vida en este mundo, la guardará para una vida eterna. Si alguno me sirve, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Si alguno me sirve, el Padre le honrará. (Jn 12, 24- 26)-

Desde la Cruz morimos al pecado para dar frutos de vida eterna.

El fruto de la fe es el perdón de los pecados y la resurrección, esto es la justificación (R, 5, 1)- Sin arrepentimiento la fe es estéril: ¿De qué sirve, hermanos míos, que alguien diga: «¿Tengo fe», si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarle la fe? Si un hermano o una hermana están desnudos y carecen del sustento diario, y alguno de vosotros les dice: «Idos en paz, calentaos y hartaos», pero no les dais lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve? Así también la fe, si no tiene obras, está realmente muerta. (Snt 2, 14- 17)-

La Cruz es inseparable de la Iglesia y de cada cristiano, sin ella no podemos seguir, ni amar ni servir a Cristo Jesús. Por esta razón Pablo nos dice: “No te bajes de la Cruz” (Gál 5, 24)- Lo que significa para Juan: “Permanezcan en mi Amor” (Jn 15, 9)-

 

La clave de todo la descubre Jesús.

Decía a todos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ése la salvará. Pues, ¿de qué le sirve al hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se pierde o se arruina? (Lc 9, 23- 25)-

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 




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