PERO YO LO CONOZCO Y SOY FIEL A SU PALABRA.
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: En verdad, en verdad os digo: si alguno guarda mi Palabra, no verá la
muerte jamás.» (Jn 8, 51)- “El que es de
Dios, escucha las palabras de Dios; vosotros no las escucháis, porque no sois
de Dios.” (Jn 8, 47)-
Pero él dijo: «Dichosos más bien los que oyen
la Palabra de Dios y la guardan.» (Lc 11, 28)-
Escuchar la Palabra de Dios tiene dos
significados, por un lado, guardar significa proteger, cuidar y defender la
enseñanza, a esto se le llama Orto doxa. Es decir, es la correcta y verdadera
enseñanza. El segundo significado es ponerla en práctica, vivirla, ponerla por
obra, a esto se le llama Orto praxis. Quien pretenda ser cristiano tiene que
aceptar las dos, la ortodoxa y la orto praxis.
El que pretende ser cristiano o católico,
pero desconoce una de las verdades de Jesús, es un hereje. Acepta la resurrección.
Pero rechaza la cruz. Todo es vida, amor y gozo pero sin cruz, se olvida que la
cruz y la resurrección son dos momentos de un mismo acontecimiento, la Pascua
de Cristo. Bajarse de la cruz para dejar de sufrir nos lleva a la herejía. Como
lo es también negar la divinidad de Jesucristo confirmada por la Biblia: “Yo les aseguro que desde antes que naciera Abraham, Yo Soy”. (Jn 8, 58)-
La orto Praxis nos lleva a vivir el evangelio de Jesús sin componendas,
como como lo dice san Mateo: “No todo el que me diga: "Señor, Señor,
entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre
celestial.” Muchos me dirán aquel Día: "Señor, Señor, ¿no profetizamos en
tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos
milagros?" Y entonces les declararé: "¡Jamás os conocí; apartaos de
mí, agentes de iniquidad!" (Mt 7, 21- 23)-
Aquellos que dicen soy creyente, pero no
practicante, caminan en la mentira y su fe está vacía, por eso Santiago nos
dice: Poned por obra la Palabra y no os contentéis sólo con oírla,
engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno se contenta con oír la Palabra
sin ponerla por obra, ése se parece al que contempla su imagen en un espejo:
se contempla, pero, en yéndose, se olvida de cómo es. (Snt 1, 22- 24)-
Podemos tener una orto
doxa, muchos conocimientos bíblicos y teológicos en la cabeza, y defender la
enseñanza, pero no la ponemos en práctica. No guardamos la Ley de Dios ni su Palabra,
estamos pecando de pensamiento, palabra, obra y omisión. Porque del corazón salen las intenciones malas, asesinatos, adulterios,
fornicaciones, robos, falsos testimonios, injurias. (Mt 15, 19)- Por eso
Jesús dice: “Arrepiéntanse” de sus pecados.
Por eso Pablo recomienda a
su discípulo Timoteo y a todos los creyentes: Tú, pues, hijo mío, mantente
fuerte en la gracia de Cristo Jesús; y cuánto me has oído en presencia de
muchos testigos confíalo a hombres fieles, que sean capaces, a su vez, de
instruir a otros. (2 de Tim 2, 1- 2)-
San Juan nos advierte: No
améis al mundo ni lo que hay en el mundo. Si alguien ama al mundo, el amor del
Padre no está en él. Puesto que todo lo que hay en el mundo - la concupiscencia
de la carne, la concupiscencia de los ojos y la jactancia de las riquezas - no
viene del Padre, sino del mundo. El mundo y sus concupiscencias pasan; pero
quien cumple la voluntad de Dios permanece para siempre. Hijos míos, es la
última hora. Habéis oído que iba a venir un Anticristo; pues bien, muchos
anticristos han aparecido, por lo cual nos damos cuenta de que es ya la última
hora. (1 de Jn 2, 15- 18)-
Orto doxa y
Orto praxis han de ser inseparables, tal como lo dice Pablo con el ejemplo del
soldado, del atleta y del campesino:
Soporta las
fatigas conmigo, como un buen soldado de Cristo Jesús. Nadie que se dedica a la
milicia se enreda en los negocios de la vida, si quiere complacer al que le ha
alistado. (2 de Tim 3- 4)- El que quiera ser discípulo de Cristo ha de negarse
a sí mismo, tomar su cruz y seguir al Maestro (Lc 9, 23)- La cruz es el camino
de la resurrección.
Y lo mismo
el atleta; no recibe la corona si no ha competido según el reglamento. (2 de Tm
2, 5)- Juega limpio, no mezcles la luz con las tinieblas: la carne con el Espíritu,
de la mezcla resulta la tibieza y a los tibios los vomitaré de mi boca (Apoc 3,
15- 16)- No confundas el Evangelio que es Vida con las ideologías que niegan la
Verdad de Dios y la verdad del hombre.
Y
el labrador que trabaja es el primero que tiene derecho a percibir los frutos.
(2 de Tim 2, 6)- El que quiera ser cristiano ha de ser como el campesino, el primeo
en comer los frutos de su cosecha: el primero en creer. el primero en vivir, el
primero en celebrar y el primero en anunciar lo que ha creído.
No podemos
negar que Jesús es el Cristo y es el Hijo de Dios (Mt 16, 16)- Es el
Pensamiento y la acción del Padre, es su Palabra que se hizo hombre para salvarnos
(Jn 1, 14)- No podemos negar la divinidad de Jesucristo (Jn 20, 28)- No podemos
cambiar su Evangelio, porque así lo dice la Biblia: Ayer como hoy, Jesucristo
es el mismo, y lo será siempre. No os dejéis seducir por doctrinas varias y
extrañas. Mejor es fortalecer el corazón con la gracia que con alimentos que
nada aprovecharon a los que siguieron ese camino. (Hebreos 13, 8- 9)-
El relato
evangélico
Los judíos le dijeron: “Ahora ya no nos cabe duda
de que estás endemoniado. Porque Abraham murió y los profetas también murieron,
y tú dices: ‘El que es fiel a mis palabras no morirá para siempre’. ¿Acaso eres
tú más que nuestro padre Abraham, el cual murió? Los profetas también murieron.
¿Quién pretendes ser tú?”
Contestó Jesús: “Si yo me glorificara a mí mismo,
mi gloria no valdría nada. El que me glorifica es mi Padre, aquel de quien
ustedes dicen: ‘Es nuestro Dios’, aunque no lo conocen. Yo, en cambio, sí lo
conozco; y si dijera que no lo conozco, sería tan mentiroso como ustedes. Pero
yo lo conozco y soy fiel a su palabra. Abraham, el padre de ustedes, se
regocijaba con el pensamiento de verme; me vio y se alegró por ello”. Los
judíos le replicaron: “No tienes ni cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?”
Les respondió Jesús: “Yo les aseguro que desde antes que naciera Abraham, Yo
Soy”. Entonces recogieron piedras para arrojárselas, pero Jesús se ocultó y
salió del templo. (Juan 8, 51-59)-
Desde la época de los Apóstoles se dieron muchas desviaciones:
algunos negaron la divinidad de Jesús, es tan solo un hombre, y otros negaban
su humanidad, no es un verdadero hombre, es una especie de divinidad que tomo
apariencia de hombre; entonces no hemos sido redimidos, el sufrimiento y la
muerte de Jesús fueron en apariencia.
En la época
de san Juan: Hijos míos, es la última hora. Habéis oído que iba a venir un
Anticristo; pues bien, muchos anticristos han aparecido, por lo cual nos damos
cuenta de que es ya la última hora. Salieron de entre nosotros; pero no eran de
los nuestros. Si hubiesen sido de los nuestros, habrían permanecido con
nosotros. Pero sucedió así para poner de manifiesto que no todos son de los
nuestros. (1 de Juan 2, 18- 19)-
Queridos, no os fieis de cualquier espíritu,
sino examinad si los espíritus vienen de Dios, pues muchos falsos profetas han
salido al mundo. Podréis conocer en esto el espíritu de Dios: todo espíritu que
confiesa a Jesucristo, venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no
confiesa a Jesús, no es de Dios; ese es el del Anticristo. El cual habéis oído
que iba a venir; pues bien, ya está en el mundo. Vosotros, hijos míos, sois de
Dios y los habéis vencido. Pues el que está en vosotros es más que el que está
en el mundo. (1 de Juan 4, 1- 4)-
En la época
de Pablo: Pero temo que, al igual que la serpiente engañó a Eva con su
astucia, se perviertan vuestras mentes apartándose de la sinceridad con Cristo.
Pues, cualquiera que se presenta predicando otro Jesús del que os prediqué, y
os proponga recibir un Espíritu diferente del que recibisteis, y un Evangelio
diferente del que abrazasteis ¡lo toleráis tan bien! Sin embargo, no me juzgo
en nada inferior a esos «super apóstoles». Pues, si carezco de elocuencia, no
así de ciencia; que en todo y en presencia de todos os lo hemos demostrado. (2de Cor 11, 3-6)-
Porque esos
tales son unos falsos apóstoles, unos trabajadores engañosos, que se disfrazan
de apóstoles de Cristo. Y nada tiene de
extraño: que el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz. Por tanto, no es
mucho que sus ministros se disfracen también de ministros de justicia. Pero su
fin será conforme a sus obras. (2 de Cor 11. 13- 115)-
Estos falsos
apóstoles no eran los Doce Apóstoles, sino que eran unos predicadores que
negaban el sentido de la cruz, del dolor y del sufrimiento por Cristo, porque
ya el resucitó; todo era amor, paz, vida y gozo, todo tenía como finalidad el
dinero, bajen de la cruz, paren de sufrir era su lema. Hoy día, hay muchos falsos
apóstoles y profetas que usan su religión para hacerse ricos y famosos, viven y
predican un evangelio con muchos adornos, con muchas componendas.
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