OS ESCRIBIMOS ESTO PARA QUE
NUESTRO GOZO SEA COMPLETO.
Os escribimos esto para que
nuestro gozo sea completo. Y este es el mensaje que hemos oído de él y que os
anunciamos: Dios es Luz, en él no hay tiniebla alguna. Si decimos que estamos
en comunión con él, y caminamos en tinieblas, mentimos y no obramos la verdad.
(1 de Juan 1, 4- 6)-
El Gozo del Señor es
inseparable de la Paz y del Amor. Se trata del Gozo en el Espíritu Santo (Rm
14, 17)- No es el gozo de las pasiones o de los sentidos, sino que brota de la
escucha y la obediencia de la Palabra de Dios, según lo ha dicho el Señor,
Jesús: “Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen por obra” (Lc
8, 21)- Cuando el corazón del hombre está lleno del amor la delicia de su
corazón es la escucha de la Palabra de Dios. Es su alimento favorito (Jn 4,
34)- Porque le pertenece a Dios: El que es de
Dios, escucha las palabras de Dios; vosotros no las escucháis, porque no sois
de Dios.» (Jn 8, 47)- Para el que pertenece a Dios su alegría está en escuchar
su Palabra, tal como lo dice Jesús: «Si os mantenéis en mi Palabra,
seréis verdaderamente mis discípulos, y conoceréis la verdad y la verdad os
hará libres.» (Jn 8, 31- 32)- La Verdad nos libera que amemos y para que
sirvamos a Cristo y a los demás. La alegría está en el servicio.
No basta con
escuchar la Palabra, hay que ponerla en práctica.
Poned por obra la Palabra y no os contentéis sólo con oírla, engañándoos
a vosotros mismos. Porque si alguno se contenta con oír la Palabra sin ponerla
por obra, ése se parece al que contempla su imagen en un espejo: se contempla,
pero, en yéndose, se olvida de cómo es. (Snt 1, 22- 24)- El que obedece la
Palabra construye su casa sobre Roca (Mt 7, 24)- Pone como Fundamento de su
casa a Cristo (1 de Cor 3, 11)- Y pone como Muralla de protección al mismo
Señor. (Apoc 21, 12)- Para fortalecerse con la energía de su poder y resistir
en el día malo. (Ef 6, 10)-
La Palabra nos lleva a la fe y hacernos familia de Dios.
Por tanto, la fe viene de la predicación, y
la predicación, por la Palabra de Cristo. (Rm 10, 17)- Y nos lleva a
justificación: Habiendo, pues, recibido de la fe nuestra
justificación, estamos en paz con Dios, por nuestro Señor Jesucristo. (Rm 5,
1)- Por la fe somos incorporados a Cristo, recibimos el Espíritu Santo y somos
hijos de Dios (Gál 3, 26- 27)-
La Palabra de Dios es poderosa y nos guía a nuestra salvación.
Tú, en cambio, persevera en lo que aprendiste
y en lo que creíste, teniendo presente de quiénes lo aprendiste, y que desde
niño conoces las Sagradas Letras, que pueden darte la sabiduría que lleva a la
salvación mediante la fe en Cristo Jesús. Toda Escritura es inspirada por Dios
y útil para enseñar, para argüir, para corregir y para educar en la justicia;
así el hombre de Dios se encuentra perfecto y preparado para toda obra buena.
(2 de Tm 3, 14- 17)- Nos lleva a la salvación y a la perfección cristiana en la
caridad.
Por la escucha de la Palabra creemos en Jesucristo y amamos a los
hermanos y poseemos los dones del Espíritu Santo.
Por eso, también yo, al tener noticia de vuestra fe en el Señor Jesús y
de vuestra caridad para con todos los santos, no ceso de dar gracias por
vosotros recordándoos en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor
Jesucristo, el Padre de la gloria, os conceda espíritu de sabiduría y de
revelación para conocerle perfectamente; iluminando los ojos de vuestro corazón
para que conozcáis cuál es la esperanza a que habéis sido llamados por él; cuál
la riqueza de la gloria otorgada por él en herencia a los santos, y cuál la
soberana grandeza de su poder para con nosotros, los creyentes, conforme a la
eficacia de su fuerza poderosa. (Ef 1, 15- 19)-
Nuestra fe católica es Trinitaria.
Creemos en
el Padre, en el Hijo y en el Espíritu Santo. Tres personas y un solo Dios. Pero
sobre todo es Cristo céntrica, por que ha sido la segunda persona la que tomo
rostro humano para amarnos con un corazón de hombre (cfr Jn 1, 14)- Nuestra fe
es pneumatológica porque el Espíritu Santo es el alma de la Iglesia y la
conduce hasta la Vida eterna. La fe católica es Eclesiológica por que es una
sola fe para toda la Iglesia: Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un
solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos. (Ef
4, 5-6)-
Nuestra fe
es Pascual por que pasamos de la muerte a la vida; del pecado a la Gracia; de
las tinieblas a la Luz; de la aridez a las aguas vivas (Ef 5, 7- 9; Col 1, 13.
14; Jn 7, 37- 38) También nuestra fe es Antropológica por que pasamos del
hombre viejo al Hombre Nuevo Jesucristo resucitado; pasamos de la esclavitud a
la libertad (Ef 4, 23- 24)-
Creemos que
nuestra fe católica es Mariana porque María es la Madre del Señor Jesús, el
cristo y que es Dios (Lc 1, 43; Rm 9, 5)- Y por voluntad de Dios somos sus
hijos y ella es nuestra Madre, según la voluntad de Dios manifestada desde la
Cruz de Jesús (Jn 19, 25ss)-
Al vivir
estas dimensiones de nuestra fe católica podemos estar seguros que nuestra fe
es sincera y podemos ver las maravillas que el Señor realiza en nuestra viday
en nuestra Comunidad: Podamos dar gracia a Dios por los frutos de nuestra fe, frutos
como el amor, el perdón, la paz, el gozo, la justicia, la misericordia, el amor
fraterno y la piedad que consiste en vivir en comunión con Dios y con los
demás.
La fe que
mueve montañas es la de aquel que está en las manos de Dios: una de que es
confianza, abandono, obediencia, misericordia, donación, entrega y servicio.
Una de las hijas de la Fe es la Fortaleza para luchar y trabajar el barbecho de
nuestro corazón para amar y servir a Cristo con la libertad interior que es
parte de la misma Fe. Según as palabras del Apóstol san Pablo: “Porque en otro
tiempo fuisteis tinieblas; mas ahora sois luz en el Señor. Vivid como hijos de
la luz; pues el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad. Examinad
qué es lo que agrada al Señor, y no participéis en las obras infructuosas de
las tinieblas, antes bien, denunciadlas.” (Ef 5, 8- 11)-
Lo que agrada
a Dios es que Cristo habite en nuestro corazón por la fe (Ef 3, 17)- Es el modo
para experimentar su amor y conocerlo, no de palabra, sino en verdad y en justicia
a Dios y a los hombres. Guardando sus mandamientos y s u Palabra (1 de Jn 2, 3-
5)- El que dice que ama a Dios que ame también al hombre. (1 de Jn 4, 21)-
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