DIOS PUEDE SACAR HIJOS DE ABRAHAM
DE ESAS PIEDRSAS.
En aquel tiempo, Jesús dijo a los que habían creído
en él: “Si se mantienen fieles a mi palabra, serán verdaderamente discípulos
míos, conocerán la verdad y la verdad los hará libres”. Ellos replicaron:
“Somos hijos de Abraham y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú:
‘Serán libres’?” (Jn 8, 31- 33)-
Jesús quiere enseñar que la fe
sin obras es estéril.
La Verdad no peca, pero incomoda, Jesús dice a unos
neoconversos: Si se mantienen fieles a mi Palabra, serán verdadera mente discípulos
míos. La fidelidad a la Palabra lleva a guardar los mandamientos y a guardar la
Palabra, porque la fe sin obras es estéril y está muerta. La fe sincera la que
viene de la escucha y de la obediencia de la Palabra de Dios, genera confianza,
obediencia y pertenencia a Cristo.
Luego les dice si ustedes permanecen en mi Palabra conocerán
la verdad y la verdad los hará libres. Libres de toda inmundicia y libres para
amar. Cuando el hombre peca apaga la vela en su corazón, pierde libertad, fuerza
y amor. Peca otra vez y cada vez se hace más débil. Los hábitos malos se
convierten en vicios que esclavizan a los hombres. Esclavos del tabaco, del alcohol,
de la droga, del sexo, de la gula, de la lujuria, de la avaricia, de la ira, del
egoísmo, de la soberbia, de la mentira, de la envidia, y de otros más. El dominio de los vicios lleva al hombre al
vacío de amor, de los valores del Reino y vacío de Dios. Generan comportamientos
neuróticos como los complejos de miedo, odio, culpa o inferioridad. Nos
esclavizan y nos levan a una vida arrastrada.
Por otro lado, los frutos de a fe son las Virtudes
cristianas como el amor, la paz, el gozo, la humildad, la justicia, el dominio
propio, y otros. (Gál 5, 22- 23)- Pablo habla de la lucha entre el bien y el
mal (Rm 12, 9. 21)- Entre los vicios y las virtudes, entre la carne y el Espíritu
(Gál 5, 16)- ¿Quién ganará? Gana aquel al que nosotros le demos de comer.
Por eso Jesús está hablando de la fe estéril, que
está vacía y está muerta (Snt 2, 14)- Para que sea una fe sincera y para que
tenga frutos de vida eterna. La fe que nos lleva a ser discípulos de Cristo, el
Veraz, que nos hace libres para amar y para servir. La Libertad de Cristo es la
que rompe las cadenas del pecado para participar de la naturaleza divina, de la
Gracia de Dios. Hoy se habla mucho de libertades, pero en realidad, hay muy
pocos hombres libres. Hombres capaces de pensar, decidir y actuar por sí
mismos, sin dependencias externas que decidan por ellos.
Los enemigos de la fe son el individualismo, el relativismo,
el conformismo, el totalitarismo, el ateísmo, las supersticiones y las
ideologías que encuentran su fuerza en la mentira; confunden y alejan Dios y de
la verdadera fe.
Jesús les contestó: “Yo les aseguro que todo el que
peca es un esclavo del pecado y el esclavo no se queda en la casa para siempre;
el hijo sí se queda para siempre. Si el Hijo les da la libertad, serán
realmente libres. Ya sé que son hijos de Abraham; sin embargo, tratan de
matarme, porque no aceptan mis palabras. Yo hablo de lo que he visto en casa de
mi Padre: ustedes hacen lo que han oído en casa de su padre”. Ellos le
respondieron: “Nuestro padre es Abraham”. Jesús les dijo: “Si fueran hijos de
Abraham, harían las obras de Abraham. Pero tratan de matarme a mí, porque les
he dicho la verdad que oí de Dios. Eso no lo hizo Abraham. Ustedes hacen las
obras de su padre”. Le respondieron: “Nosotros no somos hijos de prostitución.
No tenemos más padre que a Dios”. Jesús les dijo entonces: “Si Dios fuera su
Padre me amarían a mí, porque yo salí de Dios y vengo de Dios; no he venido por
mi cuenta, sino enviado por él”. Juan 8, 34- 42
“Yo hablo de lo que he visto en
casa de mi Padre.”
La casa del Padre es la casa del Amor, de la Verdad,
de la Justicia y de la Vida; es la casa donde se practica, la justicia y el derecho,
la igualdad y la misericordia- Donde tan valioso es el hombre como tal valiosa
es la mujer; tal valioso es el obre como el rico; el judío como el gentil, por
que todos somos personas valiosas, importantes y dignas. Los que habitan en la
casa del Padre, en la casa del Amor tienen los mismos sentimientos, los mismos
criterios y pensamientos del Padre.
“Ustedes hacen lo que han oído
en casa de su padre”.
Todo el que peca tiene por
padre al Diablo (Jn 8, 44)- El mentiroso y el asesino, que vive en la “cueva de
ladrones” en las “guaridas de las zorras” donde solo hay huesos secos, (Ez 37,
12) donde solo hay “carne” (Dál 5, 16)- Malicia, envidia, mentira, hipocresía y
maledicencia (1 de Pe 2, 1)- Porque del corazón salen las intenciones malas,
asesinatos, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios, injurias. Eso
es lo que contamina al hombre; que el comer sin lavarse las manos no contamina
al hombre.» (Mt 15, 19- 20)- El Diablo divide, confunde, engaña, manipula, oprime
y mata, (Rm 6, 20- 23)- Su arma favorita es la mentira.
¿Cuáles son las obras de Abraham?
Abraham es el padre de la fe, escuchó la palabra de Dios, se levantó,
salió fuera y se puso en camino hacia una tierra desconocida. Abraham conoció
los frutos de la fe: confianza, obediencia, humildad, generosidad, apertura a
la voluntad de Dios. Hombre orante y servicial que vivía en comunión con el
Señor y en comunión con los demás. Si ustedes fueran hijos de Abraham fueran
como él, y creyeran en mí, porque no creen en mis palabras y me quieren matarme.
Ustedes hacen las cosas de su padre.
La enseñanza de Jesús es firme y fuerte, su Palabra es viva, eficaz y
actual, pero no obliga, su método es si tu quieres,; por eso dice los fariseos:
Dad, pues, frutos dignos de conversión, y no andéis
diciendo en vuestro interior: "Tenemos por padre a Abraham"; porque
os digo que puede Dios de estas piedras dar hijos a Abraham. (Lc 3, 8)-
Para Pablo la fe que viene de la escucha de
la Palabra e Dios es fuente de amor, perdón y justicia; por la fe somos hijos
de Dios y hermanos de los hijos de Dios.
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