LA
VERDAD NOS HACE LIBRES PARA AMAR Y SERVIR Y NADA MÁS.
Iluminación.
Queridos, no os fieis de cualquier espíritu, sino examinad si los espíritus
vienen de Dios, pues muchos falsos profetas han salido al mundo. Podréis
conocer en esto el espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa a Jesucristo,
venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa a Jesús, no es de
Dios; ese es el del Anticristo. El cual habéis oído que iba a venir; pues bien,
ya está en el mundo. (1 de Jn 4, 1-3)-
Dios
no obliga, manipula y forza a nadie a creer en la Verdad.
Frente
a ti hay dos caminos, el de la verdad y el de la mentIra, escoge el que tu
elijas (cfr Dt 30, 15; Eclo 15, 11; Gn 2, 17)-
Nadie
es obligado a caminar en la Verdad. La verdad pide creer, amar y servir a Dios
y a los hombres. Jeremías nos dice que Dios es la verdad: Pero Yahveh es el Dios verdadero; es el Dios vivo y el Rey eterno.
(Jer 10, 10) Y Jesús nos dice: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va
al Padre sino por mí. (Jn 14, 6)- La Verdad es que Dios nos ama y nos ha
enviado a su Hijo Jesucristo a salvarnos. (Jn 3, 16)- La Verdad es que
nosotros, los hombres, no somos Dios, somos humanos, creados a imagen y
semejanza de Dios, y somos pecadores amados por Dios, redimidos por el Amor de
Él manifestado en Jesucristo.
La Palabra de Dios es la
Palabra de la Verdad, que engendra en nosotros la fe que nos deja Luz, Amor, Misericordia
y Poder. Por la escucha de esta Palabra Cristo es engendrado en nuestro corazón
crece y nace en nuestra vida para traernos la Redención y la Salvación, para
luego conducirnos por los Caminos de Dios, los caminos de la Rectitud, los
caminos de la Verdad que nos hace libres (cfr Jn 8, 32)-
La Verdad que está en el corazón
de todo hombre desde antes que se escribiera la Biblia esta cimentada en dos
verdades: “No hagas cosas malas” y “haz cosas buenas”. Pero no a fuerzas, si tu
quieres. El mal te hace daño, te divide, te esclaviza y te engaña mientras que
el bien te une a Dios y te haces generoso. Después estas verdades quedan
escritas en la Revelación: No mates, no robes, no cometas adulterio, no
difames, no des falso testimonio: haz el bien, busca la viuda, el huérfano, el
pobre y hazle justicia (cfr Is 1, 17-18)- Sean santos como yo soy santo (Lv 19,
1- 1-2)- San Pablo describe lo anterior diciendo: Vuestra caridad sea sin
fingimiento; detestando el mal, adhiriéndoos al bien; (Rm 12, 9)-
Jesús a los que no guardan los Mandamientos
los llama a la conversión: «Venid a mí todos los que estáis fatigados y
sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended
de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras
almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.» (Mt 11, 28- 30)- Y ahora déjense
conducir por la Palabra de la Verdad que nos lleva a la Salvación y a la
perfección cristiana por la fe. (2 Tm 3, 14. 17; Rm 8, 14)-
¿Qué nos pide la fe cristiana?
Nos pide fe en la divinidad de Jesucristo, Jesús es Cristo y Cristo es
Dios (Jn 1, 1- 3; Rm 9, 5) Jesús es Emmanuel, Dios con nosotros (Mt 1, 23)- Jesús
es el Camino, la Verdad y la Vida; es la Luz del mundo; es el Pan bajado del
Cielo; Es la Puerta santa; es el Buen Pastor; en la Resurrección y la Vida. (Jn
14, 6; Jn 8, 12; Jn 6, 35; Jn 10, 7; Jn 10, 11; Jn 11, 25)-
Jesucristo es nuestro Redentor que ofreció un sacrificio perfecto para
salvarnos del pozo de la muerte y llevarnos a Reino de Dios (Col 1, 13- 14) La
verdad que el cristiano cree es que Jesús es nuestro Salvador, nuestro Maestro
y nuestro Señor, es del Don de Dios a los hombres (Jn 3, 16; Mt 16, 16)-
La fe cristiana nos pide que para entrar al reino de Dios hay que nacer
de Dios (Jn 1, 11)- Reconoce que somos pecadores necesitados de la Gracia de
Dios; somos creaturas de Dios, no somos dioses que hemos de pasar por la Puerta
estrecha, Cristo Crucificado para recibir el perdón y el don del Espíritu
Santo. (Mt 7, 13- 14; Rm 5, 1)-
La Verdad cristiana nos dice que la Salvación que es un don gratuito e inmerecido,
por la misericordia de Dios no es debido a nuestros méritos, pero debe de ser
seguida por las obras de caridad, sin las cuales la fe queda vacía (Ef 4, 6;
Snt 2, 14)-
La fe cristiana pide vivir como Jesús vivió: seguir sus huellas.
Jesús vivió en la Verdad de Dios e hizo de ella la “Delicia de su
Corazón”- Se pasó la vida haciendo el bien y liberando a los oprimidos por el
Diablo (Hch 10, 38)- Hizo hablar a los mudos, oír a los sordos, caminar a los
cojos, resucitó a los muertos, por eso la Escritura dice que “Todo lo hizo bien”.
(Mc 7, 37)-
Jesús hizo y habló la Verdad
para instaurar el Reino de Dios: “Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los
unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los
unos a los otros. En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os
tenéis amor los unos a los otros.” (Jn 13, 34- 35)- Háganlo todo como Yo, con
amor.
La cristiana pide creer que
el Espíritu Santo es Dios.
Es el Espíritu de la verdad
que nos lleva a la Verdad plena (Jn 16, 13)- Guía y conduce a los hijos de Dios
por los caminos de la Verdad: La Luz, la verdad, el Amor y el Servicio. Nos
lleva a la santidad de Dios, porque esa es nuestra vocación. Vocación que se
realiza permaneciendo en Su Amor y guardando su Mandamientos (Jn 15.9)- Lo que
pide ser conducidos por la Palabra de la Verdad. No a fuerzas, sino por amor y
con libertad.
El camino de la Palabra de la
Verdad.
a) Os escribimos esto para que nuestro gozo
sea completo. Y este es el mensaje que hemos oído de él y que os anunciamos:
Dios es Luz, en él no hay tiniebla alguna. Si decimos que estamos en comunión
con él, y caminamos en tinieblas, mentimos y no obramos la verdad. Pero si
caminamos en la luz, como él mismo está en la luz, estamos en comunión unos con
otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado. (1 de Jn
1-1-4)-
b) Si decimos: «No tenemos pecado», nos
engañamos y la verdad no está en nosotros. Si reconocemos nuestros pecados,
fiel y justo es él para perdonarnos los pecados y purificarnos de toda
injusticia. Si decimos: «No hemos pecado», le hacemos mentiroso y su Palabra no
está en nosotros. (1 de Jn 1, 8- 10)-
c) En esto sabemos que le conocemos: en
que guardamos sus mandamientos. Quien dice: «Yo le conozco» y no guarda sus
mandamientos es un mentiroso y la verdad no está en él. Pero quien guarda su
Palabra, ciertamente en él el amor de Dios ha llegado a su plenitud. En esto
conocemos que estamos en él. Quien dice que permanece en él, debe vivir como
vivió él. (1 de Jn 2, 3-6)-
d) No améis al mundo ni lo que hay en el
mundo. Si alguien ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Puesto que
todo lo que hay en el mundo - la concupiscencia de la carne, la concupiscencia
de los ojos y la jactancia de las riquezas - no viene del Padre, sino del
mundo. El mundo y sus concupiscencias pasan; pero quien cumple la voluntad de
Dios permanece para siempre. (1 de Jn 2, 15- 17)-
e) Hijos míos, es la última hora. Habéis oído que
iba a venir un Anticristo; pues bien, muchos anticristos han aparecido, por lo
cual nos damos cuenta que es ya la última hora. Salieron de entre nosotros;
pero no eran de los nuestros. Si hubiesen sido de los nuestros, habrían
permanecido con nosotros. Pero sucedió así para poner de manifiesto que no
todos son de los nuestros. En cuanto a vosotros, estáis ungidos por el Santo y
todos vosotros lo sabéis. Os he escrito, no porque desconozcáis la verdad, sino
porque la conocéis y porque ninguna mentira viene de la verdad. (1 de Jn 2.18-
21)-
Los que predican resurrección sin
cruz son falsos apóstoles. Sólo buscan intereses económicos.
Porque esos tales son unos
falsos apóstoles, unos trabajadores engañosos, que se disfrazan de apóstoles de
Cristo. Y nada tiene de extraño: que el mismo Satanás se disfraza de ángel de
luz. Por tanto, no es mucho que sus ministros se disfracen también de ministros
de justicia. Pero su fin será conforme a sus obras. (2 de Cor 11. 13- 15)-
La Verdad es que Cruz y
Resurrección son dos momentos de un mismo acontecimiento: la Pascua de Cristo. “No
te bajes de la cruz porque caes en el hoyo de la sepultura.” (San Pablo)-
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