LA BIBLIA DIVIDE A LA HUMANIDAD EN DOS. JUSTOS E IMPIOS.

 LA BIBLIA DIVIDE A LA HUMANIDAD EN DOS. JUSTOS E IMPIOS.

¡Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni en la senda de los pecadores se detiene, ni en el banco de los burlones se sienta, más se complace en la ley de Yahveh, su ley susurra día y noche! Es como un árbol plantado junto a corrientes de agua, que da a su tiempo el fruto, y jamás se amustia su follaje; todo lo que hace sale bien. ¡No así los impíos, no así! Que ellos son como paja que se lleva el viento. Por eso, no resistirán en el Juicio los impíos, ni los pecadores en la comunidad de los justos. Porque Yahveh conoce el camino de los justos, pero el camino de los impíos se pierde. (Slm 1, 1- 6)- 

Todos son llamados a comer del Árbol de la Vida que está en el Paraíso de Dios (Apoc 2, 7)- Pero muchos prefieren comer del Árbol de la ciencia del bien y del mal que es un árbol malo que da frutos malos, divide, engaña, manipula y mara.  (Gn 2,17; Mt 7, 17)- 

Los justos son aquellos que ponen su confianza en Dios, por eso Jeremías les dice Benditos, por que son como el árbol que está en plantado a a la orilla de un río, sus raíces están en el agua, sus ramas siempre verdes y dan frutos los doce meses del año Jer 17, 8-9- Mientras que los impíos están plantados en la estepa, em tierra árida, el vacío, sus raíces están enraizados en la nada. Impíos son aquellos que ponen su confianza en la carne, en sí mismos, en su poder y en su oro. (Jer 17, 5- 6)- 

Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos? Así, todo árbol bueno da frutos buenos, pero el árbol malo da frutos malos. Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y arrojado al fuego. Así que por sus frutos los reconoceréis. Mt 7, 16- 20)- 

“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con disfraces de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces”. (Mt 7, 15)- Guárdense de los falsos profetas (1 de Jn 2, 18)- Son aquellos que fomentan el individualismo, el totalitarismo y el conformismo; se visten como ángeles de luz para usar palabras bonitas para engañar, paralizar y frustrar la vida de muchos ( 2de Cor 11, 14)- Son los que se alimentan con el árbol de la ciencia del bien y del mal, lo cuidan, lo riegan y lo cultivan; son aquellos que deciden lo que es bueno o lo que es malo, quien debe vivir o quien debe morir; se saben y se sientes como dioses. 

San Pablo también habla de ellos.

 ¿Qué digo, pues? ¿Que lo inmolado a los ídolos es algo? O ¿que los ídolos son algo? Pero si lo que inmolan los gentiles, = ¡lo inmolan a los demonios y no a Dios! = Y yo no quiero que entréis en comunión con los demonios.  No podéis beber de la copa del Señor y de la copa de los demonios. No podéis participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios. ¿O es que queremos provocar los celos del Señor? ¿Somos acaso más fuertes que él? «Todo es lícito», mas no todo es conveniente. «Todo es lícito», mas no todo edifica. (1 de Cor 10, 19- 23)- Estos son los que aman el mal y rechazan el bien. 

¿Qué hacer para pasar de la muerte a la vida, de la mesa de los demonios a la mesa del Señor? 

Una sola cosa: Creer en Jesucristo, (Jn 6, 40)- para nacer de Dios recibiendo el perdón de los pecados y el don del Espíritu Santo, es decir, ser justificados por la fe (cfr Rm 5, 1) Creer y convertirse para entrar en la Nueva Alianza para que el Amor de Dios sea derramado en nuestro corazón juntamente con el Espíritu Santo que se nos ha dado (Rm 5, 5) La Ley de Cristo ha sido escrita en nuestro corazón, según las palabras de Jeremías (Jer 31, 33)- El pecador ha sido justificado y es portador del amor de Dios ahora pude guardar los Mandamientos, practicar la Caridad y renunciar al mal.  (Eclo 35, 1- 5)- 

Las señales de que la fe es sincera y auténtica son: El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará. Estas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien.» (Mc 16, 16- 18)- Las señales son el amor, la paz y el gozo en el Espíritu (Rm 14, 17)- La señal es el Amor (1 de Jn 3, 14)- 

El amor que brota de un corazón limpio, que ha sido lavado en la sangre de Cristo (Hb 9, 14)- El Amor que garantiza la presencia de Dios en nuestro corazón (Ef 3, 17)- y que garantiza que el Señor responda a nuestras oraciones y vea con agrado nuestras devociones: Así que por sus frutos los reconoceréis. «No todo el que me diga: "Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. Muchos me dirán aquel Día: "Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?" Y entonces les declararé: "¡Jamás os conocí; apartaos de mí, agentes de iniquidad!" Mt 7, 20- 23)- 

Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero. (Mt 6, 24)- Quien pretenda servir a los dos, cae en la tibieza espiritual que es una modalidad de pecado: Conozco tu conducta: no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! Ahora bien, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, voy a vomitarte de mi boca. (Apoc 3, 15- 16)- 

La enseñanza de Jesús al final de sus días. 

Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo. Al vencedor le concederé sentarse conmigo en mi trono, como yo también vencí y me senté con mi Padre en su trono. (Apoc 3, 20- 21)- 

Los que hacen el bien a su derecha y los que hacen el mal a una izquierda. 

«Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria. Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. (Mt 25, 31- 33)-

Luego viene el juicio donde cada quien recibe según sus obras. 

Entonces dirá el Rey a los de su derecha: "Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme." Entonces los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?" Y el Rey les dirá: "En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis."

Entonces dirá también a los de su izquierda: "Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; era forastero, y no me acogisteis; estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis." Entonces dirán también éstos: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento o forastero o desnudo o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?" Y él entonces les responderá: "En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo."

“E irán éstos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna.»”

Jesús se identifica con el hambriento, con el sediente, con el desnudo, con el extranjero, con el preso, con el enfermo, con el que sufre y con el pobre. Todos son ligares teológicos para encontrarnos con Jesús, podemos reconocerlo, aceptarlo y cargar son sus debilidades, para hacernos uno con él. La recompensa es la Vida eterna.

“No amemos al Mundo” “Amemos al Señor Jesús” (1 de Jn 2, 15)-