LOS ROSTROS
DE LA PERSONA.
Iluminación. La Escritura nos presenta dos clases de hombres, uno
es llamado justo y el otro insensato o malvado; los que hacen el bien y los que
hacen el mal. (Slm 1°)
1.
La mirada de Dios
para todo ser humano.
La mira de Dios
para todo ser humano, sin importar su condición social, moral o inmoral, es una
mirada de amor, de ternura y de misericordia. Dios escucha y mira con compasión
a su pueblo: “He visto la opresión de mi pueblo y he bajado para liberar a mi
pueblo del yugo de los egipcios (cf Ex 3, 7).
¿Nos pensamos
como Dios nos piensa? ¿Nos miramos como Dios nos mira? ¿Nos valoramos como Él
nos valora? ¿Nos aceptamos como Él nos acepta? ¿Nos amamos como Él nos ama?
2. ¿Qué significa ser persona?
Digamos que Dios
ama al hombre - mujer, por lo que es: persona. Un ser
orientado hacia lo que todavía no es, pero que está llamado a ser: Una
plenitud. Es decir, no estamos hechos, nos estamos haciendo. La persona es un
ser en proyección.
1.
Ser persona
significa tender hacia su propia realización. Significa
encontrar su propia plenitud en la entrega sincera de sí mismo a los demás.
Todo ser humano ha sido creado para ser don de Dios para los otros. Toda
persona existe para los demás.
2.
La persona es un
alguien, un ser amable que merece ser amado; un ser respetable que merece
ser respetado; toda persona debe ser respetada por sí misma: un alguien que
decide por sí mismo. La persona es un ser de decisiones.
3.
Toda persona ha
de ser vista como un ser social, solidario y subsidiario, no fue creado
para vivir en solitario sino para relacionarse con los demás, necesita de los
demás para desarrollarse y alcanzar su plenitud tanto en el dar como en el
recibir. Nadie es tan suficientemente rico que no necesite de los demás, y
nadie es tan suficientemente pobre que no tenga algo para compartir con los
demás.
4.
El trabajo. Toda
persona de acuerdo al plan de Dios se realiza mediante el trabajo. El trabajo
fortalece, construye y dignifica a la persona y a la familia; con su trabajo el
hombre es colaborador de Dios, es el jardinero del Paraíso (Gen 2,16).
5.
El ser político. La persona para
la Doctrina Social Cristiana es un ser político en referencia a la política del
bien común y no a la política partidista aun cuando ambas son necesarias, la
Iglesia no participa de la política partidista. Por ser político el ser humano
forma sociedades organizadas con miras al bien común. La DSC entiende la
política como el arte de servir con otros en miras al bien común y nunca al
bien partidista (GS 74).
6.
El ser humano es
un ser de cultura. La cultura es obra de la persona humana y está al
servicio de la persona humana para salvaguardarla, por eso es importante
evangelizar la cultura para hacer posible un mundo cada vez más humano, más
fraterno, más justo y más solidario. La actividad humana, así como procede del
hombre, así también se orienta al hombre, así, el hombre transforma las cosas y
la sociedad y se perfecciona a sí misma (GS #35).
7.
El ser humano es
un ser perfectible puede ir alcanzando su plenitud y su madurez humana en
la medida que se proyecte hacia lo que todavía no es, pero que está llamado a
ser; su tarea nunca termina y consiste en conocerse cada vez más y en ser mejor
persona cada día.
8.
Por último,
sabemos que por naturaleza todo ser humano es finito y su cuerpo se
desintegra, la existencia humana es temporal, la muerte significa su final,
pero no su fin. La semilla de la eternidad que lleva en sí misma la persona, se
levanta contra la muerte.
Decir que la mujer y el hombre tienen rostro, es aceptar que existen,
que tienen dignidad, que son valiosos en sí mismos: no son otros los que le dan
el valor a la mujer y al hombre; ellos son queridos y amados por Dios en sí
mismos. Decir que la “mujer” tiene rostro es reconocer su dignidad y su
igualdad fundamental con todos los seres humanos. Todos salimos de las manos de
Dios. Decir que la persona tiene rostro es reconocer su grandeza, su vida
interior, sus criterios y su pensamiento.
3. Los rostros del hombre. Cuatro son
los rostros de la persona que nos ayudarán a conocernos mejor:
1. Eres un ser
original. No es fácil comprender lo que significa ser original, ser único, ser
irrepetible, cuando en nuestra sociedad reina el conformismo; se vive haciendo
lo que otros hacen; vivimos en una sociedad masificada y masificadora, esclava
de las modas o de estilos de vida impuestos; maneras de vivir que desfiguran a
los seres humanos. Cada persona es única e irrepetible porque Dios te hizo
original. No fuiste creada para ser copia de otros o de otras. Nunca quieras
verte como las demás. No hay otro que piense como tú, que siente como tú, que
ame como tú; por eso eres una maravilla; Dios no se repite en sus criaturas.
2. Eres un ser
responsable. Ser responsable en la vida significa
vivir de frente a sí mismo y de frente a los demás. Responsable de los
pensamientos, palabras, obras y omisiones, es decir, somos responsables por el
mal que se hace o por el bien que se deja de hacer. Sin miedo digamos que la
responsabilidad es el termómetro de la madurez humana. Hay una persona madura,
ahí donde hay responsabilidad.
3.
Eres un ser libre. Ser libres significa poder elegir entre una cosa y otra; significa
decidir por sí mismo; tener convicciones propias. No uses mal tu libertad.
Muchas son las personas que se autodefinen como hombres o mujeres libres que
pueden hacer lo que quieran con su dinero o con sus cuerpos. La frase clásica
que se usa: “haz con tu cuerpo lo que quieras que para eso eres libre”, ha
llevado a muchos al libertinaje, a la irresponsabilidad y por lo tanto terminan
deshumanizándose y despersonalizándose. La libertad nos sitúa de frente a dos
preguntas: Libres: ¿de qué? Y libres: ¿Para qué?
4. Eres un ser capaz de amar. No sólo
debemos reconocer esta hermosa verdad, sino también, hemos de reconocer que
fuimos creados por amor, y fuimos creados para amar. Decir que somos seres
capaces de amar es aceptar el sentido de nuestra vida. ¿Qué entendemos por
amor? Según la Biblia, amar es entregarse, es donarse, es acoger al otro en su
realidad; es ayudarle a ser lo que debe ser. (Jn 3, 16; 1 de Jn. 4, 7-9).
Muchos son las personas que se pasan la vida demostrando que aman mucho; algo
que ellas ignoran es que el amor no se demuestra, se ama y basta. El amor: ni
se compra ni se vende.
Lo anterior
nos dice que como persona tienes la capacidad de ser creativa. Que puedes tomar
decisiones por ti misma. Eres capaz de elegir bien en cada situación concreta
de tu vida. Porque eres un ser capaz de amar, eres un ser para la renuncia,
para el sacrificio y para la donación y entrega. Razones por las que toda
persona está llamada a ser protagonista de su propio desarrollo, y ser la
primera en respetarse y en tener una concepción clara de lo que realmente es,
esencialmente en su persona y en su vida. No permitas que nadie te cosifique y te instrumentalice. Que
nadie te rebaje a ser instrumento de trabajo o de placer. Que nadie te
manipule. La manipulación es la peor de las ofensas contra la dignidad las
personas.
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