VENGAN A MI Y TRÁIGANME SU
CARGA PARA QUE YO LOS PERDONE
Iluminación: Mi sacrificio
es un espíritu contrito. Un corazón quebrantado y humillado tú no lo
desprecias. (Slm 50, 29)
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus
discípulos: “No crean que he venido a abolir la ley o los profetas; no he
venido a abolirlos, sino a darles plenitud. Yo les aseguro que antes se
acabarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse hasta la más pequeña letra
o coma de la ley. Por lo tanto, el que quebrante uno de estos preceptos menores
y enseñe eso a los hombres, será el menor en el Reino de los cielos; pero el
que los cumpla y los enseñe, será grande en el Reino de los cielos”. Mt 5,
17-19
“No crean que he
venido a abolir la ley o los profetas; no he venido a abolirlos, sino a darles
plenitud.” La Ley y los profetas, Moisés y Elías, son tan actuales, ayer como
hoy, son Palabra de Dios. Jesús viene, no abolirlos, sino a darles cumplimiento,
a darles el verdadero sentido que es el Amor y el Servicio, a Dios y a los
hombres. Escuchemos a los profetas invitarnos a ser fieles a la Ley de Dios:
«Arrepentíos y
convertíos de vuestros delitos y no caeréis en pecado. Quitaos de encima los
delitos que habéis perpetrado y estrenad un corazón nuevo y un espíritu nuevo;
y así no moriréis, casa de Israel. Pues yo no me complazco en la muerte de
nadie —oráculo del Señor—. ¡Arrepentíos y viviréis!» (Ez 18, 30b-32)
Si habéis pecado,
arrepentíos, volved a Dios con un corazón contrito y arrepentido que él no os
desechará (Slm 50, 19) Es el primer paso para convertirse, para rechazar el mal
y para hacer el bien, como señales de un verdadero arrepentimiento que nos
lleva a la conversión de corazón. Para los profetas la conversión implica rechazar
el mal y guardar los Mandamientos de la Ley de Dios. Que son palabas salidas de
su boca, palabras santas y divinas. Violar los Mandamientos es desobediencia
que lleva a la muerte.
Así dice el Señor de los ejércitos: « No seáis como vuestros padres, a quienes
predicaban los antiguos profetas: "Así dice el Señor: Convertíos de
vuestra mala conducta y de vuestras malas obras", pero no me obedecieron.»
(Za 1, 3b-4b)
“Convertíos a mí, y me convertiré a vosotros.” Lo mismo lo dice Santiago: "Acercaos a Dios y él se acercará a
vosotros. Purificaos, pecadores, las manos; limpiad los corazones, hombres
irresolutos. Lamentad vuestra miseria, entristeceos y llorad. Que vuestra risa
se cambie en llanto y vuestra alegría en tristeza. Humillaos ante el Señor y él
os ensalzará."(Snt 4, 8- 10)
Isaias
lo confirma a desenmascarar el culto falso:
"Y al extender vosotros vuestras palmas,
me tapo los ojos por no veros. Aunque menudeéis la plegaria, yo no oigo.
Vuestras manos están de sangre llenas: lavaos, limpiaos, quitad vuestras
fechorías de delante de mi vista, desistid de hacer el mal, aprended a hacer el
bien, buscad lo justo, dad sus derechos al oprimido, haced justicia al
huérfano, abogad por la viuda."(Is 1, 15- 17)
Rompe
tus pecados con obras de justicia y tus iniquidades con misericordia para con
los pobres, para que tu ventura sea larga. (Dn 4, 24b) Sin justicia y sin
santidad no hay conversión, nuestra fe estéril y nuestro culto es falso (Snt
2,14- 17) El apóstol san Pablo une de manera especial el romper con el pecado
con la práctica de las virtudes: "Huye
de las pasiones juveniles. Vete al alcance de la justicia, de la fe, de la
caridad, de la paz, en unión de los que invocan al Señor con corazón puro. Evita
las discusiones necias y estúpidas; tú sabes bien que engendran altercados. Y a
un siervo del Señor no le conviene altercar, sino ser amable, con todos, pronto
a enseñar, sufrido, y que corrija con mansedumbre a los adversarios, por si
Dios les otorga la conversión que les haga conocer plenamente la verdad,"(2
de Tim 2, 22- 25)
“Trabajad por vuestra
salvación con respeto y seriedad. Porque es Dios el que obra en vosotros
haciendo que queráis y obréis movidos por lo que a él le agrada. Hacedlo todo
sin murmuraciones ni discusiones, a fin de que seáis irreprensibles y sencillos,
hijos de Dios sin mancha.” (Flp 2, 12b-15ª)
¿Cómo hacerlo para ser eficaces?
"Pues
su divino poder nos ha concedido cuanto se refiere a la vida y a la piedad,
mediante el conocimiento perfecto del que nos ha llamado por su propia gloria y
virtud, por medio de las cuales nos han sido concedidas las preciosas y
sublimes promesas, para que por ellas os hicierais partícipes de la naturaleza
divina, huyendo de la corrupción que hay en el mundo por la concupiscencia. Por
esta misma razón, poned el mayor empeño en añadir a vuestra fe la virtud, a la
virtud el conocimiento, al conocimiento la templanza, a la templanza la tenacidad,
a la tenacidad la piedad, a la piedad el amor fraterno, al amor fraterno la
caridad. 8.Pues si tenéis estas cosas y las tenéis en abundancia, no os dejarán
inactivos ni estériles para el conocimiento perfecto de nuestro Señor
Jesucristo. Quien no las tenga es ciego y corto de vista; ha echado al olvido
la purificación de sus pecados pasados. Por tanto, hermanos, poned el mayor
empeño en afianzar vuestra vocación y vuestra elección. Obrando así nunca caeréis."(2
de Pe 1, 3- 10)
"Y
les dijo: «Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El
que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará."(Mc
16, 15- 16)
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