EL HIJO DEL HOMBRE VA A SER ENTREGADO EN MANOS
DE LOS HOMBRES
En aquel tiempo, se hallaba Jesús con sus discípulos en Galilea y les
dijo: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; lo
van a matar, pero al tercer día va a resucitar". Al oír esto, los
discípulos se llenaron de tristeza.(Mt 17,22-23)
El Ministerio de Jesús se divide en dos. La primera parte llega hasta
Mateo 16, 16, y la segunda parte desde ahí en adelante. En la primera parte se
dedica a predicar su Mensaje, hace milagros y exorcismos. En la segunda parte
se dedica especialmente a la formación de los Doce, retira un poco de la
muchedumbre. La clave está en la pregunta que Jesús hace a sus discípulos.
¿Quién soy yo para ustedes? La respuesta de Pedro es la misma para toda la
Iglesia: "«Tú eres el Cristo, el
Hijo de Dios vivo.»"
"Replicando
Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha
revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo
a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y
las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del
Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y
lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.»" (Mt 16, 17-
19)
Los Discípulos tenían una falseada
imagen del Mesías. Ellos con la inmensa mayoría del Pueblo creían en un Mesías
triunfalista, victorioso, poderoso y rico. Jesús comienza su trabajo con sus
discípulos en un cambio de la manera de pensar sobre el Mesías, de un Mesías
según el Pueblo a un Mesías según Dios: pobre, humilde y sencillo. "Desde
entonces comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que él debía ir a
Jerusalén y sufrir mucho de parte de los ancianos, los sumos sacerdotes y los
escribas, y ser matado y resucitar al tercer día." (Mt 16, 21) El profeta
de Nazaret se dio cuenta que a pesar que eran muchos los que lo seguían y
habían visto hacer sus milagros, no todos creían en su Palabra. Había entre la
gente, muchos venidos de Jerusalén, tomaban nota de lo que enseñaba y le hacían
preguntas capciosas para ponerlo a prueba. Jesús entonces tomó su conclusión:
“Me van a matar”
Pero
él no se queda con el mensaje de su sufrimiento, de su pasión y de muerte, va
más allá, y nos habla de la Resurrección. Morirá, pero, volverá Victorioso para
vencer al último de sus enemigos: La muerte. San Juan nos dice: “Yo soy la
resurrección y la vida” (Jn 11, 25) Con san Pablo nos dirá: “Morirá para que
nuestros pecados sean perdonados y resucitará para darnos Espíritu Santo (Rm 5,
5) Pedro pretende cambiar la decisión de Jesús: "Tomándole aparte Pedro,
se puso a reprenderle diciendo: «¡Lejos de ti, Señor! ¡De ningún modo te
sucederá eso!»"
"Pero él, volviéndose, dijo a Pedro:
«¡Quítate de mi vista, Satanás! ¡Escándalo eres para mí, porque tus
pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres! Entonces dijo Jesús a
sus discípulos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome
su cruz y sígame." (Mt 22. 24)
Lo
de Pedro fue una tentación diabólica para que Jesús cambiara los planes de Dios
por los del Mundo. Quería hacer un mesianismo popular famoso, poderoso y rico.
Era la misma tentación que el Diablo lo ofrecía a Jesús en el desierto: "Todavía
le lleva consigo el diablo a un monte muy alto, le muestra todos los reinos del
mundo y su gloria, y le dice: «Todo esto te daré si postrándote me adoras.» Dícele
entonces Jesús: «Apártate, Satanás, porque está escrito: Al Señor tu Dios
adorarás, y sólo a él darás culto.»"(Mt 4, 8- 10)
La invitación a los discípulos pasa
a toda la muchedumbre: "Decía a
todos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz
cada día, y sígame."(Lc 9, 23) Los discípulos se pusieron tristes y se
llenaron de miedo. Subir con Jesús a Jerusalén era correr su misma suerte, les
esperaba la muerte, pero también la resurrección. Jesús no obliga ni forza a
seguirlo. “Si tu quieres” La salvación es una posibilidad que tu puedes aceptar
o rechazar. "Porque quien quiera
salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí, ése la salvará."(Lc 9, 24) El Mundo te ofrece
poder, tener y placer (1 de Jn 2, 15) Jesús en cambio te ofrece persecuciones y
vida eterna. Por eso dice a un voluntario de su Obra: "Mientras iban caminando, uno le dijo: «Te seguiré adondequiera que vayas.» Jesús
le dijo: «Las zorras tienen guaridas, y las aves del cielo nidos; pero el Hijo
del hombre no tiene donde reclinar la cabeza.»" (Lc 9. 57- 58)
No tiene una piedra para reclinar su cabeza, hace referencia a la pobreza del Maestro y al no tener tiempo ni para comer, descansar como tampoco para irse de vacaciones. El
discípulo tiene que desprenderse de las guaridas de las zorras y de los nidos
de las aves. Lo que significa desprenderse de la vida pagana, mundana
diabólica, de los infantilismos y de los emocionalismos. Desprenderse una vida
según la carne para seguir a Cristo (cf Gál 5, 16) Despojarse del hombre viejo,
para revestirse del hombre nuevo en justicia y en santidad (Ef 4, 23- 24) Lo
anterior nos dice que no basta con ser creyentes, hay que hacerse discípulos de
Jesús. ¿Qué exige hacerse discípulos de Jesús?
Lo
primero es ser elegidos por él, para estar con él y para ser enviados por él
por los caminos de la vida para llevar su evangelio (Mc 3, 13) Jesús nos llama
a una vida para estar en Comunión con Dios y con los otros. Luego nos dirige
una Palabra que nos embaraza de vida, de libertad y de santidad. El que escuche
esta Palabra y la obedezca, ya es discípulo de Cristo. Lo que sigue lo va
aprendiendo por el camino. Lo que sigue es aceptar pertenecerle a Jesús, no por
un tiempo, sino para siempre. Pertenecemos a Jesús en la medida que lo amemos.
Y por amor nos dejamos crucificar con Jesús, abrazamos su cruz, para morir con
él y resucitar con él (cf Gál 5,24) Otra exigencia del discipulado es el
aceptar pertenecer a los “Doce.” Pertenecer a Cristo y pertenecer a los Doce.
Esto es para no ser francotiradores.
El
apóstol Pablo nos haba de un itinerario que hemos de seguir con mucha
fidelidad. "Hasta que lleguemos todos a la unidad de la fe y del
conocimiento pleno del Hijo de Dios, al estado de hombre perfecto, a la madurez
de la plenitud de Cristo."(Ef 4, 13) Unidad con Cristo y unidad con los
Doce para poder vivir en Comunión Participación y Misión.
“Crecer
en el conocimiento de Dios” Guardando los Mandamientos, y guardando la Palabra
de Dios ( n 14, 21. 23) Y practicando las virtudes cristianas para revestirnos
de Cristo con las lámparas encendidas y la túnica puesta (Lc 12, 35) El camino de discipulado según este
itinerario, nos lleva a abrazar la cruz de Jesús para madurar como cristianos. "Para que no seamos ya niños, llevados
a la deriva y zarandeados por cualquier viento de doctrina, a merced de la
malicia humana y de la astucia que conduce engañosamente al error,"(Ef
4, 14)
El
destino de Jesús es el mismo que sus discípulos. "«Mirad que yo os envío
como ovejas en medio de lobos. Sed, pues, prudentes como las serpientes, y
sencillos como las palomas." (Mt 10, 16) "«Si el mundo os odia, sabed
que a mí me ha odiado antes que a vosotros. Su fuerais del mundo, el mundo
amaría lo suyo; pero, como no sois del mundo, porque yo al elegiros os he
sacado del mundo, por eso os odia el mundo. Acordaos de la palabra que os he
dicho: El siervo no es más que su señor. Si a mí me han perseguido, también os
perseguirán a vosotros; si han guardado mi Palabra, también la vuestra
guardarán." (Jn 15, 18- 20)
"«No
temas, pequeño rebaño, porque a vuestro Padre le ha parecido bien daros a
vosotros el Reino."(Lc 12, 32) El reino de Dios no es una ideología, es
una persona llamada Jesús, el Salvador de Dios. Confía, obedécelo y amalo y
serás su discípulo, después síguelo y sírvelo, y entonces será Luz del mundo y
sal de la tierra (Mt 5, 13-14)
Qué la Madre de los discípulos de Jesús, nos acompañe y nos
guíe por los caminos de Dios para servir a Cristo y a la Iglesia.
Publicar un comentario