AQUEL DÍA SALIÓ JESÚS DE CASA Y SE SENTÓ A
ORILLAS DEL MAR.
Y
se reunió tanta gente junto a él, que hubo de subir a sentarse en una barca, y
toda la gente quedaba en la ribera. Y les habló muchas cosas en parábolas.
Decía: «Una vez salió un sembrador a sembrar. Y al sembrar, unas semillas
cayeron a lo largo del camino; vinieron las aves y se las comieron. Otras
cayeron en pedregal, donde no tenían mucha tierra, y brotaron enseguida por no
tener hondura de tierra; pero en cuanto salió el sol se agostaron y, por no
tener raíz, se secaron. Otras cayeron entre abrojos; crecieron los abrojos y
las ahogaron. Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto, una ciento, otra
sesenta, otra treinta. El que tenga oídos, que oiga.»"(Mt 13, 1- 9)
“Y les habló muchas cosas en parábolas.” La parábola es
una enseñanza sacada de la vida cotidiana. Es el método de Jesús para hablar a
la gente, a la muchedumbre. A sus discípulos les enseñaba, también con
parábolas. Pero, también les explica el sentido de las parábolas. Pero podemos
decir que la vida de Jesús era una parábola. Se sentaba a la mesa con
publicanos y pecadores para enseñarnos que estos son también invitados a
sentarse a la mesa con el Padre celestial. Se hacía amigo de ellos para luego
ayudarles a hacerse amigo de Dios. "Y
sucedió que estando él a la mesa en casa de Leví, muchos publicanos y pecadores
estaban a la mesa con Jesús y sus discípulos, pues eran muchos los que le
seguían. Al ver los escribas de los fariseos que comía con los pecadores y publicanos,
decían a los discípulos: «¿Qué? ¿Es que come con los publicanos y pecadores?»
.Al oír esto Jesús, les dice: «No necesitan médico los que están fuertes, sino
los que están mal; no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.»"(Mc
2, 15- 17)
"Aquel
día, salió Jesús de casa y se sentó a orillas del mar.” Jesús es el
evangelizador del Padre. A eso ha venido a sembrar en el corazón la semilla del
reino. La gente lo seguía para oír la Palabra de Dios y para ser curados. (Lc
5, 1) Hoy, “Y se reunió tanta gente junto a él, que hubo de subir a sentarse en
una barca” Para enseñarles la parábola del sembrador. Este sembrador parece que
no tenía mucha experiencia sobre el campo y la siembra, porque va depositando
su semilla sobre el camino duro, entre las rocas y entre las espinas entre la
maleza. Jesús sabe que su Palabra es poderosa que tiene poder para cambiar los
corazones.
Hoy
podemos hablar de cuatro tipo de oyentes y no de terrenos. Según el tipo de
escucha de los oyentes será la repuesta que se le da a la Palabra. Tres
terrenos no dieron fruto. Tres enemigos lo impidieron: el Maligno, la Carne y
el Mundo (Los pájaros, las rocas y la maleza) Sólo un cuarto terreno dio fruto,
el de los oyentes que creyeron en la palabra y se convirtieron. Los que construyeron
su casa sobre roca y defendieron su fe y la cultivaron hasta crecer y dar
frutos. (Mt 7, 24) Soportaron las pruebas, las tentaciones, las crisis
espirituales. San Pedro nos habla de nuestro adversario: "Sed sobrios y
velad. Vuestro adversario, el Diablo, ronda como león rugiente, buscando a
quién devorar. Resistidle firmes en la fe, sabiendo que vuestros hermanos que
están en el mundo soportan los mismos sufrimientos. El Dios de toda gracia, el
que os ha llamado a su eterna gloria en Cristo, después de breves sufrimientos,
os restablecerá, afianzará, robustecerá y os consolidará." 1 de Pe 5,
8-10) Lo que nos muestra que la fe es un don de Dios y es una lucha entre el
bien y el mal; entre el Ego y el Amor, entre las virtudes y los vicios. Ganará
aquel al que se le alimente para que crezca y sea fuerte.
San
Pablo nos haba de esto al decirnos: "Por
lo demás, fortaleceos en el Señor y en la fuerza de su poder. Revestíos de las
armas de Dios para poder resistir a las acechanzas del Diablo. Porque nuestra
lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra
las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los
Espíritus del Mal que están en las alturas. Por eso, tomad las armas de Dios,
para que podáis resistir en el día malo, y después de haber vencido todo,
manteneros firmes. " (Ef 6, 10- 13)
En
su primera carta de Juan nos advierte a cuidarnos de este otro enemigo de
nuestra salvación: "No améis al
mundo ni lo que hay en el mundo. Si alguien ama al mundo, el amor del Padre no
está en él. Puesto que todo lo que hay en el mundo - la concupiscencia de la
carne, la concupiscencia de los ojos y la jactancia de las riquezas - no viene
del Padre, sino del mundo. El mundo y sus concupiscencias pasan; pero quien cumple
la voluntad de Dios permanece para siempre."(1 de Jn 2, 15-17)
Nuestra lucha es contra el pecado y
sus aliados. El pecado nos priva de la Gracia de Dios (Rm 3, 23) y su salario
es la muerte (Rm 6, 23) Tal como lo dice san Pablo: "Y a vosotros que estabais muertos en
vuestros delitos y pecados, en los cuales vivisteis en otro tiempo según el
proceder de este mundo, según el Príncipe del imperio del aire, el Espíritu que
actúa en los rebeldes... entre ellos vivíamos también todos nosotros en otro tiempo
en medio de las concupiscencias de nuestra carne, siguiendo las apetencias de
la carne y de los malos pensamientos, destinados por naturaleza, como los
demás, a la Cólera..." (Ef 2, 1-
3) Aquí encontramos los tres aliados del pecado: el mundo maligno y la carne.
Pero
ante lo anterior escuchemos la Palabra de Dios que nos ama, nos perdona y nos
salva: “y son justificados por el don de
su gracia, en virtud de la redención realizada en Cristo Jesús,"(Rm 3,
24) "Pero Dios, rico en
misericordia, por el grande amor con que nos amo, estando muertos a causa de
nuestros delitos, nos vivificó juntamente con Cristo - por gracia habéis sido
salvados -"(Ef 2, 4-5)
El
Señor nos dejo a su Iglesia los medios para crecer en la fe y poder defendernos
del Mal: La oración, “Vigilad y orad para no caer en tentación (Mt 26, 41) Y
vuelve a invitarnos a orar en el Padre nuestro: “No nos dejes caer en tentación
y líbranos del mal”(Mt 6, 13) Otro medio es la Palabra de Dios. Es semilla y es
agua para regar las plantas. Es Palabra poderosa y liberadora que es dirigida a
nosotros para ponerla en práctica y no sólo para oírla (Snt 1 ,22) Otro medio
de crecimiento es la Liturgia de la Iglesia, especialmente la Confesión y la
Eucaristía. Otro medio es la práctica de las virtudes que son las armas de luz
para estar revestidos de Jesucristo (R, 13, 12—14)
En
la lucha no estamos solos, el Señor está con nosotros para defendernos,
protegernos y enseñarnos a luchar contra los adversarios: "Y he aquí que
yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.»" (Mt 28, 20)
Lo único que nos pide es ser fieles a la Voluntad de Dios manifestada en su
Palabra. (cf Mt 7, 21s) Escuchemos a Pablo dejarnos algunas recomendaciones:
"Tú,
pues, hijo mío, manténte fuerte en la gracia de Cristo Jesús; y cuanto me has
oído en presencia de muchos testigos confíalo a hombres fieles, que sean
capaces, a su vez, de instruir a otros. Soporta las fatigas conmigo, como un
buen soldado de Cristo Jesús. Nadie que se dedica a la milicia se enreda en los
negocios de la vida, si quiere complacer al que le ha alistado. Y lo mismo el
atleta; no recibe la corona si no ha competido según el reglamento. Y el
labrador que trabaja es el primero que tiene derecho a percibir los frutos. Entiende
lo que quiero decirte, pues el Señor te dará la inteligencia de todo."(2
Tim 2, 1- 7)
Ser el primero en creer la Palabra de Dios. Ser el primero en
vivir lo que creemos. Y ser el primero en celebrar y anunciar lo que vivimos.
Publicar un comentario