6. EL
CÁNTICO DE ZACARÍAS
1.- El Benedictus.
Zacarías
bendice al Señor con la gozosa alabanza dirigida al Dios de Israel en
agradecimiento por su misericordia, indulgencia y bondad para con los hombres.
Dios ha visitado a su pueblo oprimido para redimirlo, para iluminar a los que
yacían en tinieblas y en sombras de muerte.
Dios
nos ha enviado un poderoso Salvador, cumpliendo las promesas mesiánicas del
Antiguo Testamento a un pueblo pobre y dominado. Promesas hechas por la boca de
sus santos profetas.
2.- ¿Quién es Zacarías?
Hombre
de estirpe sacerdotal que servía en el Templo de Jerusalén y casado con una
mujer llamada Isabel: “Los dos eran justos ante el Señor y caminaban sin tacha
en todos los mandamientos y preceptos del Señor, no tenían hijos porque Isabel era
estéril y de avanzada edad” (Lc 1,5ss) Justos y sin tacha, son Zacarías e
Isabel, ambos son pertenecientes al pequeño resto: los Anawin de Yaveh.
Zacarías
recibió la visita del ángel enviado por Dios, con un anuncio de salvación de la misma manera que lo recibiría
María en la Anunciación, el ángel le dijo: “No temas Zacarías porque tu
petición ha sido escuchada, Isabel tu mujer, te dará a luz un hijo, a quien
pondrás por nombre Juan” (Lc 1, 13).
“Será
para ti gozo y alegría y muchos se gozarán en su nacimiento, porque será grande
ante el Señor, no beberá vino ni licor y estará lleno del Espíritu Santo desde
el seno de su madre. Profecía que se realiza el día de la Anunciación” (Lc 1,14).
Ser grande ante el Señor significa en la Biblia ser servidor del Plan Salvífico
de Dios. Y Juan fue consagrado como todo profeta desde el seno materno para
revelar este Plan que Dios manifiesta a favor de toda la Humanidad.
3.- La misión del hijo de Zacarías.
“Y
a ti niño te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a
preparar los caminos, anunciando a su pueblo la salvación y el perdón de sus
pecados”.
Juan
Bautista lleno del Espíritu Santo desde el seno de su madre Isabel debe
preparar los caminos del Señor, esto es, debe instruir al pueblo sobre la
verdadera naturaleza de la Redención, llevarle a la convicción de que la
salvación consiste en el perdón de los pecados y en la expulsión de los
enemigos presentes en el corazón enfermo del hombre y no en alguna otra cosa; es,
por lo tanto, una salvación de carácter religioso y no político.
4.- El Plan de Vida.
El
cántico presenta al Mesías como la revelación de la Gloria de Dios, sin hacer
referencia a su pasión y a su muerte. La Gloria de Dios debe entenderse como la
manifestación de vida de Dios que Cristo hace presente (1Jn 5, 14ss).
El
Plan de Dios es Plan de vida, entendida la vida como amor, luz, verdad y libertad.
Este plan fue rechazado por el hombre en los orígenes de la historia humana. El
hombre creado por Dios para ser su hijo, ser hermano de los hombres y para
vivir en el amor, con sus palabras y comportamientos rechazó el plan de Dios
para hacer su propio plan independientemente de Dios.
5.- El plan de muerte.
La
actitud de nuestros primeros padres inició a la humanidad en el plan de muerte
elaborado por el hombre; plan de mentira, soberbia, avaricia y de odio. “No
quiero ser hijo, no quiero ser hermano, no quiero servir” fue el grito de Adán
y Eva frente al Plan amoroso del Padre que los había elegido desde antes de la
creación del mundo para vivir en la libertad de los hijos de Dios, en el amor
que se expresa en servicio a la vida.
No
amaré…no serviré… y no obedeceré. Tres posturas que el hombre toma frente a
Dios y frente al pobre…tres respuestas que hunden sus raíces en el pecado de
soberbia, por el que el hombre busca ser adorado y servido por otros seres
humanos. Tres actitudes frente a la vida que hacen del hombre un enemigo de
Dios y opresor de sus hermanos…y lo sumergen en el mundo de las tinieblas y de
la esclavitud.
Situación
de vacío, de angustia, de opresión y de miseria humana. Un hombre privado de
libertad y de vida divina al estar vacío de Dios. En eso consiste la muerte
causada por el pecado, en la ausencia de Dios del corazón del hombre y por lo
tanto de amor. En esta situación yacía Israel y la humanidad entera desde el
pecado de nuestros primeros padres. Situación
de des-gracia, de no-salvación y situación no querida por Dios. Y en esa
misma situación viven todos los hombres que siguen rechazando a Cristo y a su
Evangelio, buscando realizar sus propios planes de salvación.
6.- El Plan de vida es presentado a la Humanidad.
Con
el anuncio de Dios que envió su ángel a Zacarías y a María, el Plan de Dios, toma
rostro humano en la persona de Jesús de Nazareth: Jesús es el Plan de Dios. Es
su poderoso salvador. En Jesús, Dios en persona ha venido a salvar a su pueblo.
En Jesús y por Jesús que nos redimió, el Espíritu Santo actualiza en la vida
del cristiano este maravilloso Plan de salvación. Ahora los hombres nuevamente
podrán decir, siguiendo el ejemplo de Jesús: >>Si quiero ser hijo de
Dios…si quiero ser hermano de los hombres…si quiero amar. Si amaré, si serviré
y sí obedeceré<<.
Este
Plan de salvación fue pensado por el Padre desde antes de que el mundo fuera
creado. Fue realizado por Cristo mediante su Encarnación, vida pública, pasión,
muerte y resurrección y es hoy día actualizado por el Espíritu Santo en la
Iglesia de Dios y de Cristo. TODO HOMBRE se inicia en este Plan de vida por su
bautismo que lo hace hijo de Dios, lo incorpora a Cristo y lo transforma en
templo vivo del Espíritu Santo.
Al
cristiano bautizado, poseedor de la vida, vive en comunión con los hermanos y
en obediencia al “Mandamiento Regio del Amor” y por el mismo, comprometido en
la edificación de la comunidad cristiana. Comprometido en la construcción de la
civilización del amor. Esto es, el cultivo de todo lo que de bueno hay en cada
ser humano, para que sea puesto al servicio de todos. Solo dentro de este Plan
maravilloso pueden los hombres comprender que Dios creó todo para todos.
El
Plan de Dios se cimienta en tres ideas fuerza: El Amor, la Verdad y la Vida, es
decir, en Cristo: Camino, Verdad y Vida (Jn 14, 6), garantía de realización de
personas, comunidades y naciones. Así lo comprendió Zacarías que lleno de gozo
exclamó: Dios nos ha enviado un poderoso
salvador.
7.- Finalidad de la salvación en
Cristo.
La
finalidad es doble y tiene un sentido profundamente religioso que se manifiesta
y expresa en todas las dimensiones que afectan al hombre, tanto en las
económicas como en las políticas.
·
Destruir
la obra del Diablo (Hech 10, 38) (el plan de muerte). Mediante el perdón de los
pecados y la expulsión de todos los enemigos. Expulsión es sacar fuera todo lo
que hace daño al hombre, de todo lo que lo enferma, mata, divide y
despersonaliza.
·
Sembrar
la acción de Dios en la vida del hombre. Acción que tiende a llevar al hombre a
la madurez en Cristo en su caminar hacia Dios. Llenar al hombre de Cristo, es
la maravilla por la que Zacarías se llenó de gozo al contemplar la misión de su
hijo Juan Bautista, llamado a preparar los caminos del Señor.
8.
Aplicación
a nuestra vida.
·
Anhelar
la salvación al igual que Zacarías y como él invocarla en actitud de súplica
agradecida. Tenemos necesidad de oración para apresurar la venida del Mesías a
nuestras vidas.
·
Buscar
la vida, la verdad y el amor que Dios nos ha puesto en el corazón de cada
bautizado y que la Iglesia nos da en sus Sacramentos y en la Sagrada Escritura.
·
Ser
solidarios como hombres débiles que somos, con otros que aún no han conocido la
salvación de Dios, intercediendo por ellos y haciéndonos partícipes del Mensaje
de Jesús. Mensaje de gozo, alegría y esperanza.
9. Canto y oración: Salmo 71, 1-6.
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