EL
CÁNTICO DE ZACARÍAS

1.- El
Benedictus.
“Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
porque ha visitado y redimido a su pueblo, suscitándole una fuerza de salvación
en la casa de David, su siervo, según lo había predicho desde antiguo por boca
de sus santos profetas”.
Zacarías bendice al Señor con la gozosa
alabanza dirigida al Dios de Israel en agradecimiento por su misericordia,
indulgencia y bondad para con los hombres. Dios ha visitado a su pueblo
oprimido para redimirlo, para iluminar a los que yacían en tinieblas y en
sombras de muerte.
Dios nos ha enviado un poderoso Salvador,
cumpliendo las promesas mesiánicas del Antiguo Testamento a un pueblo pobre y
dominado. Promesas hechas por la boca de sus santos profetas.
2.-
¿Quién es Zacarías?
Lc 1,5 Hombre de estirpe sacerdotal que
servía en el Templo de Jerusalén y casado con una mujer llamada Isabel: “Los
dos eran justos ante el Señor y caminaban sin tacha en todos los mandamientos y
preceptos del Señor, no tenían hijos porque Isabel era estéril y de avanzada
edad”. Justos y sin tacha, son Zacarías e Isabel, ambos son pertenecientes al
pequeño resto: los Anawin de Yaveh.
Zacarías recibió la visita del ángel
enviado por Dios, con un anuncio de
salvación de la misma manera que lo recibiría María en la Anunciación, el
ángel le dijo: “No temas Zacarías porque tu petición ha sido escuchada, Isabel
tu mujer, te dará a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Juan”. Lc 1, 13
“Será para ti gozo y alegría y muchos se
gozarán en su nacimiento, porque será grande ante el Señor, no beberá vino ni
licor y estará lleno del Espíritu Santo desde el seno de su madre. Profecía que
se realiza el día de la Anunciación”. Lc 1,14. Ser grande ante el Señor
significa en la Biblia ser servidos del Plan Salvífico de Dios. Y Juan fue
consagrado como todo profeta desde el seno materno para revelar este plan.
3.- La
misión del hijo de Zacarías.
“Y a ti niño te llamarán profeta del
Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar los caminos, anunciando a su
pueblo la salvación y el perdón de sus pecados”.
Juan Bautista lleno del Espíritu Santo
desde el seno de su madre Isabel debe preparar los caminos del Señor, esto es,
debe instruir al pueblo sobre la verdadera naturaleza de la Redención, llevarle
a la convicción de que la salvación consiste en el perdón de los pecados y en
la expulsión de los enemigos presentes en el corazón enfermo del hombre y no en
otra cosa alguna, siendo una salvación de carácter religioso y no político.
4.- El Plan de Vida.
El cántico presenta al Mesías como la
revelación de la Gloria de Dios, sin hacer referencia a su pasión y a su
muerte. La Gloria de Dios debe entenderse como la manifestación de vida de Dios
que Cristo hace presente.
El plan de Dios es plan de vida, entendida
la vida como amor, luz, verdad y libertad. Este plan fue rechazado por el
hombre en los orígenes de la historia humana. El hombre creado por Dios para
ser su hijo, ser hermano de los hombres y para vivir en el amor, con sus
palabras y comportamientos rechazó el plan de Dios para hacer su propio plan
independientemente de Dios.
5.- El
plan de muerte.
La actitud de nuestros primeros padres
inició a la humanidad en el plan de muerte elaborado por el hombre; plan de
mentira, avaricia y de odio. “No quiero ser hijo, no quiero ser hermano, no
quiero servir” fue el grito de Adán y Eva frente al Plan amoroso del Padre que
los había elegido desde antes de la creación del mundo para vivir en la
libertad de los hijos de Dios, en el amor que se expresa en servicio a la vida.
No amaré…no serviré… y no obedeceré. Tres
posturas que el hombre toma frente a Dios y frente al pobre…tres respuestas que
hunden sus raíces en el pecado de soberbia, por el que el hombre busca ser
adorado y servido por otros seres humanos. Tres actitudes frente a la vida que
hacen del hombre un enemigo de Dios y opresor de sus hermanos…y lo sumergen en
el mundo de las tinieblas y de la esclavitud. Situación de vacío, de angustia,
de opresión y de miseria humana. Un hombre privado de libertad y de vida divina
al estar vacío de Dios. En eso consiste la muerte causada por el pecado, en la
ausencia de Dios del corazón del hombre y por lo tanto de amor. En esta
situación yavía Israel y la humanidad entera desde el pecado de nuestros
primeros padres. Situación de des-gracia,
de no-salvación y situación no querida por Dios. Y en esa misma situación
viven todos los hombres que siguen rechazando a Cristo y a su Evangelio,
buscando realizar sus propios planes de salvación.
6.- El
Plan de vida.
Con el anuncio de Dios que envió su ángel a
Zacarías y a María, toma rostro humano en la persona de Jesús de Nazareth.
Jesús es el Plan de Dios. Es su poderoso salvador. En Jesús, Dios en persona ha
venido a salvar a su pueblo. En Jesús y por Jesús que nos redimió, el Espíritu
Santo actualiza en la vida del cristiano este maravilloso Plan de salvación.
Ahora los hombres nuevamente podrán decir, siguiendo el ejemplo de Jesús: Si
quiero ser hijo de Dios…si quiero ser hermano de los hombres…si quiero amar. Si
amaré, si serviré y sí obedeceré.
Este Plan de salvación fue pensado por el
Padre desde antes de que el mundo fuera creado. Fue realizado por Cristo
mediante su Encarnación, vida pública, pasión, muerte y resurrección y es hoy
día actualizado por el Espíritu Santo en la Iglesia de Dios y de Cristo. TODO
HOMBRE se inicia en este Plan de vida por su bautismo que lo hace hijo de Dios,
lo incorpora a Cristo y lo transforma en templo vivo del Espíritu Santo.
Al cristiano bautizado, poseedor de la
vida, vive en comunión con los hermanos y en obediencia al “Mandamiento Regio
del Amor” y por el mismo, comprometido en la edificación de la comunidad
cristiana. Comprometido en la construcción de la civilización del amor. Esto
es, el cultivo de todo lo que de bueno hay en cada ser humano, para que sea
puesto al servicio de todos. Solo dentro de este Plan maravilloso pueden los
hombres comprender que Dios creó todo para todos.
El Plan de Dios se cimienta en tres ideas
fuerza: El Amor, la Verdad y la Vida, es decir, en Cristo: Camino, Verdad y
Vida, garantía de realización de personas, comunidades y naciones. Así lo
comprendió Zacarías que lleno de gozo exclamó: Dios nos ha enviado un poderoso salvador.
7.-
Finalidad de la salvación en Cristo.
La finalidad es doble y tiene un sentido
profundamente religioso que se manifiesta y expresa en todas las dimensiones
que afectan al hombre, tanto en las económicas como en las políticas.
·
Destruir
la obra del Diablo (el plan de muerte). Mediante el perdón de los pecados y la
expulsión de todos los enemigos. Expulsión es sacar fuera todo lo que hace daño
al hombre, de todo lo que lo enferma, mata, divide y despersonaliza.
·
Sembrar
la acción de Dios en la vida del hombre. Acción que tiende a llevar al hombre a
la madurez en Cristo en su caminar hacia Dios. Llenas al hombre de Cristo, es
la maravilla por la que Zacarías se llenó de gozo al contemplar la misión de su
hijo Juan Bautista, llamado a preparar los caminos del Señor.
Aplicación a nuestra vida.
·
Anhelar
la salvación al igual que Zacarías y como él invocarla en actitud de súplica
agradecida. Tenemos necesidad de oración para apresurar la venida del Mesías a
nuestras vidas.
·
Buscar
la vida, la verdad y el amor que Dios nos ha puesto en el corazón de cada
bautizado y que la Iglesia nos da en sus Sacramentos y en la Sagrada Escritura.
·
Ser
solidarios como hombres débiles que somos, con otros que aún no han conocido la
salvación de Dios, intercediendo por ellos y haciéndonos partícipes del Mensaje
de Jesús. Mensaje de gozo, alegría y esperanza.
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