La Oración de
petición
Nadie es tan
rico que no pueda recibir y nadie es tan pobre que no pueda dar. Si el ser
humano depende de otro ser humano, ¿cuánto mas no dependeremos todos de Dios?
Quien clama a
Dios deposita en El toda su confianza y espera ser escuchado. Y Dios es tan
omnipotente que puede mover cielos y tierra y actuar en favor de sus criaturas
según el designo de su bondad.
Jesús reza a
Dios que es Padre de infinita bondad y
ternura, cercano y atento al más mínimo latido del corazón de sus hijos. Y
Jesús nos enseña a dirigirnos a El, llamándole padre y sintiendo su proximidad
amorosa.
Mt. 7,7.
"Pedid, y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá"
Mt. 7, 11.
"El Padre que está en los cielos dará cosas buenas a quien se las
pida"
Mc. 11, 23.
"Por eso es digo: todo cuanto pidáis en la oración, creed que ya lo habéis
recibido y lo obtendréis".
Jn. 14, 13.
"Todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré".
Lc. 18, 1- 8.
La viuda que clama ante el juez inicuo hasta llegar a aturdirlo muestra lo
ilimitada que debe ser nuestra oración: ¿No va a hacer Dios justicia a sus
elegidos que están clamando a El día noche, y les va a hacer esperar?.
La eficacia de
nuestra oración no es la abundancia de nuestras palabras, sino la
perseverancia, lo inquebrantable y la persistencia tenaz. Lc. 11, 5- 8. Dios
puede tardar, y nuestra paciencia puede llegar a su límite, pero eso no es
razón para dejar de pedir y cansarse de esperar.
Jesús mismo se
inserta en la inmensa corriente de los que han suplicado a lo largo de toda la
historia religiosa de la humanidad: En el monte de los Olivos suplicó al Padre
con sudor y lágrimas: "Padre no me dejes morir ahora" (Mc. 14- 36).
La carta a los Hebreos nos recuerda sobre la oración de Jesús que pidió al que
podía librarlo de la muerte (Heb. 5, 7).
Para entender
la legitimidad de la oración de petición hay que tener en cuenta las siguientes
consideraciones:
a) La primera
es tener una correcta Imagen de Dios. Dios es santo y trascendente, es además
en Misterio que no podemos abarcarlo con nuestra razón, pero El se hace cercano
y podemos llamarlo "Padre", y sabemos que nos escucha porque en lo
más profundo de nuestro corazón escuchamos su voz que nos dice:"tu eres mi
hijo amado y te amado con amor eterno"
b) En segundo
lugar hay que entender que Dios quiso asociarnos a su historia de salvación y a
su acción creadora. Nos ha dado la capacidad de humanizar la naturaleza. El
cristiano sabe que Dios escucha
realmente su oración, aún cuando Dios guarde silencio. Tenemos la promesa de
que El siempre nos escucha y que nuestra oración no es inadvertida a su
misterio de amor, ya que El puede darnos lo que le pedimos por otros caminos
que son inadvertidos para nosotros.
c) Por último
hay que comprender la profunda solidaridad que une a todos los hombres. Somos
seres en relación. Todos los seres humanos juntos formamos la gran familia de
Dios. Somos una misma familia, con un mismo origen, un mismo caminar y un mismo
destino. Tenemos la misión de abrirnos y solidarizarnos con los todos y cada
uno de los demás seres humanos. Compartir nuestras angustias y esperanzas con
los compañeros de camino.
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